Hace pocos días las criticas que Johan Cruiff hacía del Barça con referencia al partido contra el Racing como uno de los peores partidos de la era Guardiola parecían un poco injustas pero después del enfrentamiento de anoche frene al Stuttgart esas palabras cobran mayor sentido y es que ya sea por la relajación de los jugadores azulgranas por haber conseguido lo que nunca otro equipo ha hecho o porque los otros equipos ya le han tomado la medida lo cierto es que el Barça no es ni mucho menos el equipo del 2009.
Y es que los cules anoche sufrieron y mucho frente a un equipo que a priori era menor. Fue un meneo en el que el equipo de Guardiola se mostró desbordado sobre todo en la primera mitad desde la defensa con un Puyol descolocado y un Marquez bajo mínimos hasta el centro del campo con un Xavi que no era capaz de enlazar con Ibra.
Tras el descanso y con un Stuttgart mucho mas cansado el Barça consiguió empatar con un gol de Ibrahimovic a pesar de que el juego del equipo no mejoró en gran medida.
Por otra parte el técnico Pep Guardiola dio por bueno el empate pero asumió que el juego sigue teniendo carencias que se deben de ir corrigiendo. Que son pequeños detalles que hacen que el Barça no marque las diferencias como lo hacia en la temporada pasada.
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