Adiós al maleficio de Riazor

El Real Madrid consciente de la victoria de su gran rival en el Molinon los jugadores de Pellegrini salieron al campo desde el primer minuto a sentenciar un partido con maldición ya que el equipo blanco llevaba lustros sin ganar en Riazor pero desde el primer momento el R.Madrid hizo olvidar a todos ese gafe que se les otorgaba. Para empezar, un disparo de Benzema que obligó a lucirse a Dani Aranzubia. Y después, a los 12 minutos, un cabezazo de Raúl Albiol al área, una falta de entendimiento entre Laure y Manuel Pablo con un rechace hacia atrás que, también de cabeza, el ‘Pirata’ Granero convirtió en gol. El primero de la noche.
Hasta ese momento el Madrid jugaba solo ya que el Deportivo no había dado muestras de su existencia sobre el campo y el equipo blanco lo manejaba a su antojo a pesar de que el portugués Cristiano Ronaldo no estuviera sobre el campo y fuera Raúl quien tuviera que demostrar que en un pasado fue "El 7 de España" aunque no fue su noche y es que hasta dos oportunidades claras tuvo Raúl en apenas tres minutos, pero la primera fue abortada por el meta del Deportivo y la segunda, un centro de Benzema, no encontró la bota del veterano futbolista para acabar en la red.
Tras el descanso, la historia se repitió. El dominador absoluto era un Real Madrid en el que Kaká tenía ganas de ser protagonista. Tanto, que en el primer minuto se emborrachó de balón en una entrada por la derecha y, en vez de buscar a un compañero, apostó por un disparo que paró Aranzubia. Poco después, el mismo jugador brasileño comprobó la calidad de los postes de la portería de Riazor con un disparo ajustado tras un pase de Marcelo. El 0-3 se resistía y, en cambio, Juan Rodríguez buscaba meter al Depor en el partido. Primero, con un disparo lejano que se marchó alto. Después, con otro obús que tocó en un defensa pero que no pudo despistar a un seguro Casillas. El Deportivo no conseguía entrar en el partido ni siquiera cuando Benzema le regaló un balón a Adrián López. Este provoco el ¡huy! en la grada con su ajustado disparo, pero la portería del mejor portero seguía sin ser goleada..
El partido acabo con tres goles de un Madrid que hizo un partido apenas sin rival donde el único gol que se vió fue el de Riki en el minuto 86 marcado por penalti.